jueves, 9 de febrero de 2012

Ciudadanía y los falsos debates, por Agustín Moreno (*)



8 de febrero de 2012

1. El gobierno del PSOE, a partir de la LOE, implantó desde 2007 la asignatura Educación para la Ciudadanía, que ha sido objeto de encendidas polémicas políticas y educativas. Asignaturas con un contenido similar se imparten en otros países europeos con el objetivo común de contribuir a la formación de ciudadanos libres, críticos, con autonomía de juicios morales y comprometidos con su sociedad y su tiempo.

La derecha política y la iglesia católica arremetieron contra ella desde el primer momento y emprendieron una campaña de gran furia ideológica y ruido mediático. Acostumbrados al monopolio del adoctrinamiento religioso y moral, lanzaron una campaña de objeción poco seguida contra la ley. Y contra la realidad: parece que lo que más les molesta es la modernización de la sociedad española y cuestiones referidas a la educación afectiva o a la pluralidad social realmente existente, algo que contrasta con su arquetipo de familia de juego de cartas: abuelo/a, padre/madre e hijo/a panaderos.

Tras el recorrido de las denuncias a la asignatura por los distintos ámbitos judiciales, el Tribunal Supremo resolvió en 2009 que la objeción era ilegal y que en todo caso lo que habría que controlar era el contenido curricular en algunos manuales. Ahora le toca el turno al Tribunal Constitucional, que deberá resolver sobre si es absoluto el derecho de los padres a que sus hijos reciban formación religiosa y moral de acuerdo con sus propias convicciones o si las instituciones públicas tienen algo que decir sobre derechos fundamentales. Es razonable pensar que el Constitucional rechace el recurso de amparo, como ya ha hecho el Tribunal Supremo, y argumente en la línea de que la formación democrática de los ciudadanos dentro del sistema educativo es constitucionalmente imperativa, sin que deba considerase monopolio de los padres y de las iglesias.

2. Y en esto llegó el ministro Wert y vuelve a traer la crispación. Justo cuando sectores católicos muy vinculados a la educación aceptaban la asignatura, el Supremo había resuelto a favor y, con ello, el PP se había alejado de las posiciones objetoras y el tema estaba a punto de cerrarse en el Constitucional, Wert se alinea con los sectores más integristas de la derecha y del catolicismo.

Dice que la asignatura reformada hablará de constitución y de instituciones española y europeas. Hay que recordarle que estos temas ya se abordan en el currículo de Ciencias Sociales y de Historia. También que si dice estar en contra del adoctrinamiento del alumnado, por coherencia se debería plantear sacar la religión de los centros educativos.

Veremos finalmente que es lo que molesta al PP (¿igualdad de género, pluralidad social y familiar, educación afectivo sexual, derechos humanos, consumo responsable…?) y con ello su grado de modernidad y el de supeditación a la ultraderecha y al integrismo religioso.

En fin, que entre la manipulación del ensayo crítico (que no manual) de los Fernández Liria y Alegre Zahonero, la metedura de pata con las avalanchas de Ceuta y Melilla, y lo de los toros, parece que tenemos más un busto parlante que un ministro de Educación serio y competente.

3. Pero hay un tema del que nadie habla, y es que esa asignatura, tan importante para unos y tan denostada por otros, tan solo tiene ¡una hora! semanal para impartirla en 2º y en 4º de ESO; que en 4º de la ESO ha retrocedido de dos horas (Ética) a una hora con más contenido (Ética y Ciudadanía); que en cuanto coincide una clase con fiesta o puente, se pierde el contacto en quince días y se hace imposible aplicar el programa; que profesores partidarios de trabajar valores de forma transversal reniegan de la asignatura y, si pueden, no la imparten.

Que los rifirrafes mediáticos no encubran la miseria de la carga horaria que convierte a una asignatura supuestamente importante en una maría. Es un claro ejemplo de los falsos debates típicos de la política española: unos aparecen como los grandes defensores del progresismo (con solo una hora para ejercerlo) y otros ponen el grito en el cielo con el propósito de que no les toquen sus seculares privilegios materiales e ideológicos. Y con estas diferencias puntuales disimulan sus grandes coincidencias en temas de fondo, como la política económica o la forma de Estado.

Y, sobre todo, que el debate sobre la Educación para la Ciudadanía no enmascare con una cortina de humo los auténticos problemas de la educación en España: cómo reducir las tasas de fracaso escolar que doblan la media europea y cómo asegurar una educación pública de calidad para todos.
(*) Agustín Moreno es profesor de Enseñanza Secundaria en Vallecas (Madrid). Fue secretario de Acción Sindical de CCOO de 1977 a 1996.

viernes, 3 de febrero de 2012

15-M: contra el pesimismo, por Carlos Taibo

Si de siempre hemos tenido problemas a la hora de evaluar lo que ocurre con nuestros movimientos sociales, a duras penas esos problemas podrían faltar en el caso del 15-M. Por momentos parece que se ha extendido un pesimismo sin límites que no aprecia en ese movimiento otra cosa que un permanente declive. En la gestación de ese estado de ánimo se dan cita, por una parte, los pesimistas ‘internos’ –aquellos que no aprecian sino rasgos negativos en el movimiento— y, por el otro, los ecos del discurso de los medios de incomunicación del sistema.

A esos medios que acabo de mencionar sólo les interesa el 15-M cuando hay algo gordo de por medio. Le prestan atención, las más de las veces amañada, a alguna manifestación de la represión policial y procuran acompañar, por citar otro ejemplo, macromanifestaciones como las registradas el 19 de junio o el 15 de octubre del año pasado. Nada quieren saber, en cambio, del terreno en el que en los hechos se dirimen la realidad y el futuro del 15-M: el del trabajo cotidiano, a menudo sórdido y poco vistoso, de un movimiento que permanece vivo y activo. Y es que cuando se asume esa tarea que los medios prefieren esquivar la imagen del 15-M no invita precisamente al pesimismo. El movimiento está ahí, su presencia y sus iniciativas son constantes, no ha perdido un ápice de radicalidad contestataria y sigue dejando bien a las claras que algo ha cambiado, y para bien, en la cabeza de mucha gente.

Nada de lo anterior significa, claro, que falten los problemas. Al margen de reyertas internas que siempre están ahí, me permito identificar uno de esos problemas, que guarda una relación estrecha –dicho sea de paso—con los criterios de evaluación de lo que ocurre con el movimiento: aunque muchas gentes dicen simpatizar con este último, lo común es que no den el paso de sumarse a asambleas, campañas e iniciativas. Aun con ello, lo suyo es subrayar que el panorama es claramente preferible al que se hacía valer el 14 de mayo del año pasado. Si bien es verdad que la presencia en las asambleas de barrio ha menguado sensiblemente, no lo es menos que, pese a ello, hoy –y me remito al ejemplo, afortunadamente generalizable, de Madrid—disponemos de una tupida red de organizaciones locales del 15-M que le siguen dando un aire distinto a una ciudad tradicionalmente adormecida en el terreno social y reivindicativo.

Me permito agregar dos comentarios sobre materias afines. El primero lo es sobre algo que escucho con frecuencia en las asambleas del 15-M, o en sus aledaños: la idea de que hay que pujar por convertir el movimiento en un partido político. Me parece que en muchos surge de la intuición, poco fundamentada, de que la aparente crisis del movimiento –ya he señalado que a mi entender no hay tal— exigiría medidas eficacistas como la encaminada a dotarlo de una estructura convencional. Aunque no dudo de la buena intención de quienes preconizan eso, creo firmemente que semejante perspectiva sería el final del 15-M, una traición a buena parte de las razones que justifican su existencia y un procedimiento de integración rápida en el sistema. Hace unos meses una colega me preguntó si pensaba que existía algún riesgo de ilegalización del movimiento. Le respondí que era imposible legalizar lo que, por fortuna, no es legal en su orgullosa reivindicación de la asamblea, de la autogestión y de la ausencia de representaciones y liderazgos.

Mi segundo comentario no tiene, pese a las apariencias, ninguna dimensión de frivolidad. Las condiciones climatológicas de estas horas –subrayémoslo cuantas veces sea preciso— no son lo mejor para la biología de un movimiento que nació, en la primavera, ocupando plazas y avenidas. El hecho de que el 15-M haya tenido que recogerse, en muchos casos, en lugares cerrados dibuja un escenario hostil que a buen seguro en algo alimenta las versiones pesimistas de los hechos a las que me he referido al principio. Tengo la firme certeza de que, incluso para los más recalcitrantes, la fortaleza y la presencia del movimiento se harán evidentes en unas semanas. Nada es más necesario habida cuenta de lo que se nos echa encima.

viernes, 27 de enero de 2012

Asesinar al presidente de El Salvador como a los jesuitas


Por José Manuel Martín Medem

Para impedir la negociación con la guerrilla, los escuadrones de la muerte del mayor Roberto d'Aubuisson consideraron la posibilidad de asesinar en 1990 al presidente Alfredo Cristiani, como habían hecho pocos meses antes con los seis jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador, cinco de ellos españoles.

Lo confirman documentos secretos de la CIA publicados por el periódico digital El Faro.
Cristiani y d'Aubuisson eran del mismo partido de la ultraderecha, la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), pero estaban enfrentados por el manejo del gobierno.

El aliado más poderoso de d'Aubuisson era el general Juan Rafael Bustillo, entonces Comandante de la Fuerza Aérea, procesado ahora en la Audiencia Nacional de España por la matanza de la UCA. Los extremistas de ARENA pretendían bloquear las negociaciones con la guerrilla que había anunciado Cristiani con el respaldo de los empresarios más poderosos de El Salvador que buscaban un mejor escenario para sus negocios.

Un informe de la CIA asegura que el grupo de d'Aubuisson en ARENA "estaba discutiendo distintas maneras de asesinar al presidente Cristiani y a sus asesores personales", dispuesto a aplicar el terrorismo de Estado incluso contra su compañero de partido, al que habían utilizado para ganar las elecciones presidenciales con su imagen de moderación. Una de las posibilidades era la de esperar una nueva ofensiva de la guerrilla para eliminar a Cristiani y acusar del asesinato a los insurgentes.
Según la CIA, "los seguidores de d'Aubuisson comparaban su plan con la matanza de los jesuitas, en noviembre de 1989, pero estaban seguros de que esta vez no se descubriría su intervención".

Los informes de la CIA confirman así la participación de Bustillo en el asesinato de los jesuitas en aplicación del terrorismo de d'Aubuisson, que también ordenó el atentado mortal contra el arzobispo Oscar Arnulfo Romero.

sábado, 21 de enero de 2012

Llamado internacional urgente por Mumia Abu Jamal

Mumia Abu Jamal fue trasladado a la prisión de Mahoney hace más un mes, justo después de que el fiscal de Filadelfia, Seth Williams, anunciara que no estaba persiguiendo la condena a muerte en el caso de Mumia. Esto significaba que la sentencia de Mumia pasaba de pena de muerte a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.

Desde que llegó a Mahoney, Mumia ha estado bajo "custodia administrativa" (el “agujero” o confinamiento individual), aunque no existe razón ninguna para ello, por orden directa del director de la prisión John Kerestes, quien ha mostrado una actitud abiertamente racista y agresiva contra Mumia.

Esta situación implica que Mumia tiene peores condiciones que en el corredor de la muerte. Es encadenado y esposado cuando está fuera de su celda; su número de visitas semanales se ha reducido a uno (una hora); sus privilegios de llamada también se han reducido; el número de sellos y sobres que puede utilizar es muy limitado, y sus privilegios han sido revocados. También tiene prohibido tener televisión, máquina de escribir o la radio en su celda, y el acceso a los bienes personales, tales como los libros, es asimismo muy limitado.

Las condiciones en las unidades de alojamiento restrictivo o "agujeros" son de tortura, y como tales han sido condenadas como tales por Naciones Unidas.

La Familia y amigos internacionales de Mumia Abu Jamal, la Coalición Libertad para Mumia Abu Jamal, Educadores por Mumia Abu Jamal, y el Centro de Apoyo Internacional hacen un llamado para el traslado inmediato de Mumia a las zonas de población general. También pedimos además el cierre de todas las unidades de alojamiento restringido o bloques de tortura en las cárceles de Estados Unidos.

Para firmar en apoyo de esta petición:
https://www.change.org/petitions/transfer-and-assign-mumia-abu-jamal-to-general-population

Escribir también a

John Wetzl, Secretary Department of Corrections
2520 Lisburn Road, P.O. Box 598 Camp Hill, PA 17001-0598
(717) 975-4928
Email: ra-contactdoc@pa.gov

John Kerestes, Superintendent
SCI Mahanoy
301 Morea Road
Frackville, PA 17932
(570) 773-2158 - Fax: (570) 783-2008

Para exigir una revisión del caso de Mumia Abu Jamal, escribir a:

Seth Williams, DA Philadelphia
Three South Penn Square
Philadelphia, PA 19107-3499
(215) 686-8000
Email: DA_Central@phila.gov

Y para escribir a Mumia: una carta o postal:

Mumia Abu-Jamal
AM 8335
SCI Mahanoy
301 Morea Road
Frackville, PA 17932

martes, 13 de diciembre de 2011

Argentina: Los hacedores de memoria son merecedores de alegrías; por Andrea Benites-Dumont

No siempre las demoras pueden deparar alegres coincidencias arrancadas en los límites de los avernos.

Mientras se apuraban estas líneas, el 25/11 murió el genocida Antonio Bussi después de una justiciera agonía prolongada. Juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad, el ex general nunca estuvo en una cárcel común, sino en su lujosa casa, y finalmente en un sanatorio privado.

Algunos brochazos del curriculum de este tipo siniestro cuyo apodo era "El Carnicero".... -1969 fue parte de la comisión de observadores argentinos a la guerra de Vietnam, donde estudiaría tácticas del ejército de los Estados Unidos.... En 1975 es ascendido a general de brigada; en diciembre de ese año es destinado a comandar el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán. Allí, Bussi reubicó el centro clandestino de detención de Famaillá al Ingenio Nueva Baviera y ordenó la descentralización de las torturas, estableciendo varios puntos a ese efecto. Esta maniobra era realizada para evadir las inspecciones de los organismos internacionales, a los que engañó ocultando y trasladando a los prisioneros. Después del golpe del 24 de marzo de 1976, Bussi fue nombrado gobernador de la provincia; en ese cargo, multiplicó y profesionalizó los grupos de tortura existentes. En junio del '76, las fuerzas armadas capturaron a Mario Roberto Santucho, líder del PRT-ERP, de acuerdo a testimonios de oficiales militares, el jefe guerrillero fue apresado vivo, y murió en el hospital militar. Su cuerpo fue congelado, y exhibido por Bussi, en ocasión de la inauguración del museo de la subversión de Campo de Mayo.

Y para completar, un dato que la estupefacción se desborda por la indignación y el furor: siendo gobernador de Tucumán, ordenó detener a los vagabundos y mendigos de la capital tucumana y los trasladó en camiones para que fueran tirados por las sierras catamarqueñas, donde murieron de hambre y de frío.

Sin dudar: el aire está un poco más limpio con su muerte (¡Qué pena tenemos los ateos de no creer en el infierno!)

Y siguiendo con el gusto de las alegrías, se vienen a este espacio las condenas habidas (25/10/11) a un pequeño número de oficiales del centro clandestino de detención ESMA (Escuela Mecánica de la Armada). Las penas han sido: 12 perpetuas, para Astiz(1), Acosta, Cavallo, entre otros; 2 condenas de 25 años, 2 de 18 años, y, 2 absoluciones.

Carlos Lordkipanidse, miembro de la AEDD, sobreviviente del campo de exterminio instalado en la ESMA, fue secuestrado en noviembre de 1978, en un operativo que dirigía Alfredo Astiz; fue llevado a la ESMA donde allí supo que estaban su esposa y su hijo de 20 días. Entre las torturas a las que fue sometido, le amenazan con reventarle la cabeza al bebé; finalmente lo colocan sobre su cuerpo mientras le pasan corriente eléctrica. Carlos, el Sueco, soportó muchas sesiones de tortura en diferentes momentos; fue obligado a realizar trabajo esclavo. Su hijo fue entregado a los abuelos, y su esposa Liliana, liberada meses después. Esta suerte de libertad vigilada era controlada por el prefecto Febres (2) quien la violó reiteradamente. En 1981 el Sueco pasa a estar en la misma situación de libertad controlada, y en 1983, puede huir a Brasil y se refugia en Suecia junto a su familia.

Por todo ello, cuando se dictaron las sentencias en esta primera etapa de la causa ESMA, lo que más importaba era y es lo que sintieran y pensaran los sobrevivientes de ese centro clandestino, y los que continúan el compromiso de memoria enfrentándose en los tribunales a los verdugos de los compañeros… porque lo que fundamental de todo, son los compañeros.

- …. Al escuchar y vivir la sentencia, lo que sentí, en términos generales, fue una gran alegría, porque era realidad, y si bien se asentaba en los casos particulares de Raimundo Villaflor y de Rodolfo Walsh-, cuyos cuerpos no están, la sentencia se basó en los testimonios!!, y para completar la alegría, el tribunal manifestó que la Corte Suprema tome ya la consideración de un genocidio.

…. Políticamente ha sido un gran triunfo para nosotros –AEDD-, ya que nuestra querella estuvo por encima de las demás partes querellantes, no sólo por la exigencia de genocidio, sino porque además el juez haya tomado los criterios de validez a los sobrevivientes para la aportación de prueba, y que la misma haya tenido un efecto directo en las cadenas..

… Es cierto que este juicio que ha demorado 2 años, es un tramo menor, pero de gran importancia simbólica, y aún cuando haya dos absueltos pero que no quedan en libertad, ya que los mismos serán juzgados nuevamente en el siguiente tramo que se abre.

… Volveré a testimoniar en la nueva fase; ciertamente que en las audiencias vivimos la re-victimización, pero ha valido la pena. A pesar que el dolor siempre surge, ahora hay una alegría. Y si bien en esta segunda parte, puede tomarse el testimonio dado en la primera, yo voy a ir a declarar con más ganas y alegría.… Los casos que tocan en el segundo tramo, es a partir del año 1978, y es a subalternos, personal subalterno; generará sorpresas, porque estos no tenían el pacto de sangre, no sacaron rédito ni siquiera del botín de guerra.

… Desde la AEDD hemos hecho un recurso para preservar el campo de deportes de la ESMA, ya que allí se realizaba la desaparición efectiva de los cuerpos…por que si no coincidía en los días de vuelos al mar, los prisioneros eran quemados vivos en el campo de deportes. Allí hay elementos probatorios: ¡no se puede jugar al fútboll

… Así que seguiremos para acompañar a los compañeros. Más allá de los años, siempre están los compañeros. Justicia por su historia, por su militancia. Y, festejamos por los compañeros, ¡¡cómo no!!

Iniciar una nota con alegrías no es un hecho que se puede practicar muy a menudo en estos tiempos y en este mundo. Pero aquí están y aquí se quedan.

Sin embargo, en la otra cara, continúan las complicaciones y obstáculos en esta pelea contra el olvido y por la justicia, en esta justicia enmarcada en los códigos laxos y rígidos silencios, y en un sitio donde no hay derecho para el grito por Jorge Julio López, desaparecido en el 2006.

Se hace necesario señalar dos aspectos. Por una lado, además de los trabas procesales, están las politiquerías a las que se han apuntado organismos de derechos humanos y antiguos militantes, que hoy son el coro acústico gubernamental, y participan de la manipulación y tergiversación de las propuestas setentistas; se colocan en las estructuras estatales y se auto-adjudican la potestad de decretar la concreción de los sueños libertarios de aquel tiempo. Con jugosos pagos en subvenciones o en cargos directos, no se sienten molestos por la tolerancia a patotas mafiosas que balean a jóvenes militantes (como fue el caso de Mariano Ferreira), o calladitos se quedan ante los reclamos de libertad por los presos populares, o frente a los actos represivos contra las comunidades indígenas desobedientes…

Estos gatopardos son uno de los elementos más mentecatos del panorama argentino, que sigue bajo un modo de producción capitalista con dimensión mundial, donde la burguesía argentina tiene su arte y su parte. Estos gatopardos, ayer setentistas, hoy funcionarios acoplados en el modelo que sujeta los embates sociales con subsidios a los excluidos de sistema. Allá ellos con su acomodamiento y con sus puestos, pero que no vendan que el modelo capitalista vigente en Argentina, eran los sueños setentistas. No señoras y señores, no. En modo alguno. En los setenta se luchaba por el antagónico al capitalismo.

Pero fuera de los carriles de este impostado estado de sumisión, por ahí andan poniendo las fuerzas en el día a día, los hacedores continuos de memoria y resistencia, por ahí andan los compañeros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos –AEDD- fuera de los circuitos del poder y de los agrados; obstinadamente construyen al margen de los bienestares de toda índole, haciendo malabarismos con los gastos más elementales o con los de enjundia, tal como hacer frente a los pagos de los alquileres del local –tres años por adelantado, exigencia apremiante de un desconfiado arrendador-, por ahí andan construyendo… y es esta suerte de empecinamiento fraterno devenido de aquellos tiempos, de los setenta, cuando se vivía el futuro en el tiempo del presente.

Andrea Benites-Dumont

(1) Alfredo Astiz, el ángel de la muerte, teniente de marina, ascendió a capitán infiltrándose en el grupo inicial de Madres de Plaza de Mayo, asesinando a las monjas francesas, a la adolescente sueca Dagmar Hagelin, etc.,etc.
(2) Prefecto Héctor Febres, fue encontrado muerto en su celda el 10 de diciembre 2007, sin que todavía se hayan esclarecido las circunstancias de la misma. Anotar que este hecho se produjo un par de días antes que Febres declarara.


Esta nota ha sido publicada en
Contramarcha nº 58

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cinco veces septiembre, por Andrea Benites-Dumont


Un nuevo septiembre que suma un tiempo más, un tramo más, de la reaparición de la desaparición en el marco de la democracia; cinco años de la desaparición de un sobreviviente de la dictadura: Jorge Julio López, albañil de profesión, y el oficio de sobrevivir peleando la desmemoria que le cercaba desde que salió de los centros clandestinos de detención que controlaba la policía de la provincia de Buenos Aires, la bonaerense, la siniestra, pero no en grado menor que las demás fuerzas de seguridad del Estado terrorista que implementaron el genocidio en Argentina.

Cinco años desde aquel 18 de septiembre de 2006 que tuvo que leerse el alegato de los querellantes sin la ya presencia de Jorge Julio López. Los abogados de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, pusieron su voz a las palabras que el empecinado memorioso de Jorge Julio López había cimentado en las pruebas condenatorias contra el genocida Echekolatz.

Cinco años donde ha habido de todo en el espacio que contiene los vacíos, que como parte ya de la estructura geográfica, han quedado para siempre marcados en la conformación social de aquel mapa sureño.
En cinco años se desarrollaron y se desarrollan, nuevos juicios contra represores; pero siguen siendo los imputados, una ínfima parte de los que aunadamente prepararon y ejecutaron el plan genocida, y que contaron con múltiples cómplices civiles desde las esferas financieras, desde el poder judicial, desde los medios de comunicación, desde las multinacionales, desde la jerarquía eclesiástica… y que a pesar de la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, siguen gozando de la impunidad que les brinda el acotamiento del mecanismo procesal jurídico, el cerramiento de los archivos ocultos de la dictadura, y la nula voluntad política manifestada en el estrepitoso silencio gubernamental, y también en la despectiva desatención de grupos políticos e incluso de organismos de derechos humanos.

Cinco años en que muchos se han armado de discursos disculpatorios, reduccionistas, aceptadores y defensores, de un proyecto político que se autoabandera como la gran transformación social, que se envuelve en mitos populistas de gran impacto, produciendo así por un lado, un acento de superficialidad y banalidad insultantes, y por otro, una tendencia represiva a todo aquello que profundice cuestionamientos, demandas, reclamos, luchas…
Cuesta reconocer a ciertos grupos o personajes que hoy, a cinco años de la desaparición de Jorge Julio López, bailotean en una esperpéntica degradación, y que no hace demasiado se erigían en puntales intocables en la defensa los derechos humanos.

Cinco años en que aún se debate en planos académicos, jurídicos y políticos, si lo ocurrido en Argentina fue genocidio o sólo “crímenes terribles”. Debate que no es baladí en la medida que determina que no sean juzgados por la ejecución del genocidio, que más allá incluso de las condenas, es la naturaleza del crimen que abre la dimensión del mismo y lo hermana y lo une a otros exterminios padecidos en otros países y momentos históricos, algunos un tanto lejanos y otros contemporáneos.

Cinco años en que un expediente duerme en un cajón de un despacho, porque se “agotaron las líneas de investigación dadas por videntes y mediums” convocadas, y que sin ninguna seriedad ni rigor, negaron el respeto que se ganó un sobreviviente que testimonió a pesar de las amenazas. Un juzgado que entrega los elementos a la misma policía bonaerense que denunciara Jorge Julio López en aquel juicio del 2006 en la ciudad de La Plata.

Aún así, frente a la inoperancia interesada, en las calles, en los actos, en las paredes… la exigencia por Jorge Julio López no ha descansado.

Cinco años de testimonios, de denuncias y marchas roncas, roncas que no rotas.

Andrea Benites-Dumont
(Casapueblos, AEDD)
Septiembre 2011.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿GUERRA CIVIL? ¿SE SABE LO QUE ES ESO?; por Luis Mattini


Es sabido que ese grupo de intelectuales que se identifican con una carta y que suelen reunirse en la Biblioteca Nacional explican que abandonar la misión de independencia del intelectual para pasar a ser colaboradores del gobierno actual se debe a una inevitable decisión frente a la opción: “O este modelo, o la guerra civil”
¿Guerra civil? ¿Sería posible eso? ¿Es algo que se desprende de nuestra realidad?
Pero yendo al rigor: ¿Qué es una guerra civil?
Intentemos responder: más allá de las causas en última instancia económicas de toda guerra, y de las consideraciones teóricas respecto a las cuestiones bélicas, podemos anotar, ciertos rasgos definitorios de una guerra civil, a saber:

1.- Por lo general las guerras de este tipo tienen un fuerte componente ideológico que involucran a toda la población en procura de un sentido social. O sea, suelen tener un fin claro para ambos contendientes. Los franquistas, por ejemplo, me guste a mí, a mi lector o no, daban la vida por Dios y la Gloria de España. Los republicanos por la República, la democracia, la libertad y el socialismo.


2.- Precisamente por eso la guerra civil suele tener un fuerte sentido de clase.


3.- Parodiando a Clausewitz podría decirse que la guerra civil es la forma superior de la lucha de clases, cuando los componentes dejan de ser clase en sí, para pasar a ser clase para sí. Por eso es que quizás los individuos son más sujetos en las guerras civiles que en las otras; sienten que están haciendo historia.

4.- Las guerras civiles suelen ser más cruentas que las guerras nacionales pero ello no significa que todo enfrentamiento muy cruento en un mismo territorio, o nación, sea guerra civil. Con estas premisas provisorias tratemos ahora de ver la realidad actual.

Sobre el punto 1: no es necesario ser académico para ver que estamos viviendo uno de los momentos más desideologizados de la historia moderna, en Argentina y en el mundo. Puntos 2 y 3: el uso y abuso de la expresión clase media, por el conjunto de la población argentina, incluidas las academias, indica que, como pocas veces, hoy en día las clases sociales no superan la conciencia de “clase en sí”.
Ni siquiera la clase dominante, la burguesía, tiene cabal conciencia de “clase para sí”. Sólo ven los negocios.

Por lo tanto es difícil visualizar el sujeto de la guerra civil que tanto temen los intelectuales de “La carta”.
Pero ajustando un poco más la mirada: me parece muy claro, para cualquier ciudadano de inteligencia normal, que si no gobernara la señora Presidente Cristina Fernández, podría ser Duhalde, Alfonsín, Binner… o qué sé yo…y en tal caso, y según los casos, habría cosas mejores o peores hechas, un poco más o un poco menos muertos debido a la represión, o a la desnutrición. Asimismo tenemos razones para pensar que en algún caso aumentaría en forma grave la violencia, el matonaje y hasta la acción mafiosa…pero aún así, estaría lejos de ser una guerra civil. Al menos que estos intelectuales de La carta crean que la acción criminal de mafiosos, narcotraficantes y de ciertos propietarios de empresas de transporte automotor, por citar algunas de las calamidades cargadas de violencia, por brutales y horribles que sean, signifique una guerra civil.

No quiero imaginar que se piense que Al Capone fue un líder de derecha en la guerra civil norteamericana. No, en varios textos de esa Biblioteca Nacional que está tan a mano, debe decir que la Guerra Civil Norteamericana, otro modelo universal de guerra civil, ocurrió en el siglo XIX y su resultante fue el fin del sistema de producción basado en la esclavitud, infame sistema de esclavos de origen africano, legalizados por la Constitución democrática de los Padres Fundadores.

La guerra civil fue la instauración definitiva de la sociedad industrial. Pero si buscamos un poco más, y sin quitarle méritos a Abraham Lincoln, veremos que el viejo Marx explicará que semejante derramamiento de sangre, no fue tanto por el ideal humanitario de liberar a los esclavos, como porque el moderno asalariado proletario será infinitamente más productivo que el esclavo y, sobre todo, el único creador de plusvalía, la base del capitalismo.


Por eso creo que algunas de estas personas que utilizan la Biblioteca Nacional como comité, deberían usarla para lo que fue creada, quiero decir consultado su material de lectura y así es posible que se informen sobre qué es una guerra civil y así comprender los rasgos que hacen de un enfrentamiento armado una guerra civil. Porque en esos textos encontrarán que no todo enfrentamiento armado es guerra civil aunque sea dentro de un mismo país.

Y, frente a tan insólita declamación “este modelo o la guerra civil”, da lugar a dudar si están en condiciones de identificar las guerras civiles dignas de ese calificativo a través de la historia, cuyo modelo clásico es la Guerra Civil Española, la ya citada Guerra Civil Norteamericana, La Guerra Civil derivada de la Revolución Mexicana, y no menciono las guerras civiles en Argentina para no desviarme del eje de lo que estamos discutiendo.
De todos modos me apresuro a aclarar que no existe la verdad absoluta, pero se sabe que al menos sobre este tema es tan grande la reflexión histórica que, les aseguro sin conocerla, los anaqueles se la Biblioteca Nacional deben ocupar un enorme espacio sobre ese asunto.


En este punto regresa la imagen “O este modelo o la guerra civil” y entonces debo confesar que cuando escuché esto mis carcajadas llegaban al Congreso de la Nación, porque no pude menos que recordar un chistecito muy conocido que dice así: estaban reunidos los generales de diversos países discutiendo qué soldado era el más valiente y el alemán llamó a su edecán y le dijo “soldado, dé la vida por la Patria” y el chico saco la pistola y se pegó un tiro. Luego el general japonés, para no ser menos, imitó al alemán y el japonesito se hizo el haraquiri. Entonces el general argentino, sintiéndose comprometido, llamó a su edecán, le dio una pistola y dijo: “¡Soldado Rodríguez! ¡Dé la vida por la Patria!”. El colimba Rodríguez, que era santiagueño, lo miró entre sonriente y cómplice le dijo muy cansino “Vaya, vaya…ya está en pedo mi general”


Bueno, acabo de escribir un par de palabras groseras porque el chiste lo amerita, aunque no suelo usar esos vocablos, no por pruritos morales, sino por buen gusto.
Explico entonces que mis carcajadas se debieron a que se me ocurre que hay que estar muy en curda para hablar de riesgo de guerra civil, o bueno, quizás no sea embriaguez de alcohol sino que se “den” con alguna hierba o con hongos alucinógenos.


Bromas aparte, y dejando claro que no me preocupa lo que bebe o fuma la gente, veo que sigue en el aire la definición del concepto de “modelo”- digo en el sentido de entender un modelo ¿de qué? - queda pendiente el “sentido social” imprescindible para hablar de guerra civil.

Pero antes veamos un poco la idea de “modelo”. Esa palabreja se usa metafóricamente para definir lo que podría ser un programa de cualquier tipo, por lo tanto no debería usarse sin el correspondiente adjetivo y jamás olvidar que no es una metáfora digna de sensibles poetas, sino de rudos economistas.
En este caso hablar de modelo productivo; modelo económico-social, modelo cultural, etc.; y distinguir muy bien de lo que puede llamarse estilo o forma de administrar o gobernar ese o cualquier otro modelo.

Entonces veamos: no se puede hablar de “modelo kirchnerista” porque ni Kirchner ni Cristina crearon modelo alguno. Sí puede hablarse de “estilo” kirchnerista, es decir una forma de gobernar propia, peculiar, creada por ellos.

En cambio, el modelo productivo vigente, que consiste en un sistema rural extractivo de recursos naturales y producción agraria no culta, esto significa paradójicamente que es agrario, pero no es agricultura, sino un monumental agronegocio sojero; —repito es agro-negocio, de ninguna manera agri-cultura;— acompañado por producción industrial ligada a esas necesidades y al automotor.

Ese modelo, alejado totalmente de cualquier idea de sustentabilidad, es decir del uso de recursos renovables, fue impuesto por Menem, y continuado casi sin modificaciones por los gobiernos posteriores, incluido el actual. Y, en efecto, el gobierno actual, es la resultante—cuidado, “resultante”, no es lo mismo que “representante”— de las puebladas del 19 y 20 de diciembre, y creó un nuevo estilo de gobernar, sin haber cambiado un ápice el modelo productivo.
O sea el gobierno actual administra el Estado de un país que ya no es de agricultura, sino de agronegocios que produce una masa de dinero quizás solo comparable al un país petrolero. Un sistema productivo tan depredador y tan del presente como el petrolero.

La antigua y odiada oligarquía terrateniente, sin perjuicio del negocio del monopolio ganadero que fue su recurso existencial favorito, siempre tuvo visión de futuro y propició o dejó desarrollar la agricultura de productos diversos. En cambio esta burguesía agraria, los sojeros digo, no produce por medio de la agri-cultura, sino por medio de la agri-extracción, chupando la riqueza de la tierra como si fuera petróleo, carbón u oro.


No es demasiado difícil gobernar el presente de un país así. No se necesita demasiada genialidad mientras se piense, como evidentemente se piensa, en el presente. Porque sobre esa base económica tan rentable, el aspecto social consiste en una política de gigantesca contención por medio de dinero.
Y por ahí pasa la contradicción del gobierno con los agronegociantes. Esa es la famosa burguesía nacional, los agronegociantes, hoy fuertemente ligados al Imperio por la dependencia del mercado internacional; clase dominante nacional como siempre miserable y corta de vista, que no entiende que las cuestionadas “retenciones” son imprescindibles para que ellos sigan haciendo el negocio de la soja, o el de la industria de máquinas agrarias y la flota camionera hacia el puerto, sin masas de campesinos expulsados de sus tierras o simplemente masas de desocupados que reclamen y sin ferrocarriles sociales que les quiten el monopolio.


Por eso es que la afirmación de los intelectuales de La carta: “este modelo o la guerra civil” parecería que quieren decir que si no se administrara así, repartiendo un poco las migajas del gran festín en las clases postergadas, las masas, o sea los campesinos expulsados de sus tierras o los urbanos desocupados, tirarían abajo al gobierno iniciando la guerra civil

¿De verdad creen eso? ¿Qué piensan que ocurriría si gobernara gente que hoy es oposición? Es claro que podríamos convenir que si gobernara Duhalde o Alfonsín, por nombrar a algunos, mantendrían el mismo modelo, pero con diferente “estilo”; la variante podría ser otra forma de manejar el tema de las famosas retenciones.
Pero el Gobierno, de derecha o izquierda, debe contener el descontento producido precisamente por las consecuencias sociales del mentado modelo. Si no lo hace como ahora, mediante dinero en forma de diversos planes, deberá aplicar la represión y eso también cuesta mucho dinero.

Dicho de otro modo: es probable que Duhalde o Alfonsin o los otros, tendrían similar conflicto con los agronegociantes.
No quiero pensar que estén temiendo que las masas contenidas por los diversos planes irían a la guerra en caso de que Duhalde, u otro gobernante conservador que ganara las elecciones, corte los subsidios.

En tal caso la primera pregunta seria ¿Y de dónde saldrán los oficiales y los comandantes de la fracción popular en guerra, en semejante despolitización y desideologización como estamos viviendo?
Y aquí es donde retornan las carcajadas, porque me vuelve el recuerdo del chistecito, ese con los generales, sólo que lo extiendo a algunos de los ex guerrilleros que canjearon aquellos ideales libertarios de una sociedad sin clases, por los que nos habíamos jugado la vida, por un estruendoso paquete de difusos derechos burgueses llamados grandielocuentemente: humanos:

¿Se imaginan a alguno de ellos, vestido de comandante como el que usan para desfilar por la Avenida de Mayo, firme junto a otro compañero vestido con la camiseta del Che, al que le entrega una Honda y le grita “Compañero combatiente, dé la vida por la Defensa de la Asignación Universal!!!”?