El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido de lo que fue la guerrilla de El Salvador, ha perdido, en las elecciones legislativas y municipales, la mayoría que consiguió hace tres años en las presidenciales. Entonces sumó a su voto militante el apoyo a Mauricio Funes, un periodista con mucho prestigio. Pero el actual presidente no tiene el mismo programa que el FMLN y ha marginado a la izquierda del manejo de la economía y la seguridad, delegada en militares jubilados. Sin tener toda la responsabilidad del gobierno, el FMLN padece ahora las consecuencias del desgaste institucional.
Los salvadoreños viven agobiados por una inseguridad que acumula más muertes que durante la guerra civil. Es una herencia de la intervención de Estados Unidos en el conflicto: inyectó el narcotráfico en el país para financiar a la contra antisandinista y expulsó a las maras (pandillas) de los emigrantes salvadoreños de regreso a su país cuando se firmó el incumplido acuerdo de pacificación, desmilitarización y democratización. Las políticas sociales del FMLN no han podido impedir el voto de castigo por un malestar (inseguridad y desempleo) que no es responsabilidad de la izquierda. Aunque también se critica a la dirección del FMLN por su contaminación con el poder y desde la militancia le reclaman una auténtica renovación, más democracia interna y mejores relaciones con los movimientos sociales.
En las elecciones legislativas y municipales, es más lo que pierde el FMLN que lo que gana ARENA. La Alianza Republicana Nacionalista, el partido fundado por el mayor Roberto D'Aubuisson, comandante de los escuadrones de la muerte, sube de 32 a 33 diputados, mantiene la alcaldía de San Salvador y aumenta considerablemente su poder municipal en poblaciones que la izquierda consideraba suyas. El FMLN baja de 35 a 31 diputados y, aunque gobierna en casi tantos municipios como ARENA, retrocede en alcaldías donde creía contar con una mayoría segura.
La Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), una disidencia de ARENA, con 11 diputados, es la tercera fuerza más votada. En la nueva Asamblea Nacional (con otros ocho diputados de tres pequeños grupos) serán necesarias negociaciones muy complicadas para conseguir mayorías decisivas.
El alcalde de San Salvador, Norman Quijano, puede ser el aspirante de ARENA para las presidenciales del 2014 aunque los disidentes de GANA proponen al ex/presidente Antonio Saca (expulsado de ARENA) como candidato de toda la derecha para derrotar al FMLN.
La izquierda no ha anunciado su candidatura: tiene que decidir si repite la experiencia de un no afiliado que aporte votos pero con el mismo riesgo de ver bloqueada la aplicación de su programa o si propone a un dirigente del FMLN después de reconsiderar y renovar su política.
Los salvadoreños viven agobiados por una inseguridad que acumula más muertes que durante la guerra civil. Es una herencia de la intervención de Estados Unidos en el conflicto: inyectó el narcotráfico en el país para financiar a la contra antisandinista y expulsó a las maras (pandillas) de los emigrantes salvadoreños de regreso a su país cuando se firmó el incumplido acuerdo de pacificación, desmilitarización y democratización. Las políticas sociales del FMLN no han podido impedir el voto de castigo por un malestar (inseguridad y desempleo) que no es responsabilidad de la izquierda. Aunque también se critica a la dirección del FMLN por su contaminación con el poder y desde la militancia le reclaman una auténtica renovación, más democracia interna y mejores relaciones con los movimientos sociales.
En las elecciones legislativas y municipales, es más lo que pierde el FMLN que lo que gana ARENA. La Alianza Republicana Nacionalista, el partido fundado por el mayor Roberto D'Aubuisson, comandante de los escuadrones de la muerte, sube de 32 a 33 diputados, mantiene la alcaldía de San Salvador y aumenta considerablemente su poder municipal en poblaciones que la izquierda consideraba suyas. El FMLN baja de 35 a 31 diputados y, aunque gobierna en casi tantos municipios como ARENA, retrocede en alcaldías donde creía contar con una mayoría segura.
La Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), una disidencia de ARENA, con 11 diputados, es la tercera fuerza más votada. En la nueva Asamblea Nacional (con otros ocho diputados de tres pequeños grupos) serán necesarias negociaciones muy complicadas para conseguir mayorías decisivas.
El alcalde de San Salvador, Norman Quijano, puede ser el aspirante de ARENA para las presidenciales del 2014 aunque los disidentes de GANA proponen al ex/presidente Antonio Saca (expulsado de ARENA) como candidato de toda la derecha para derrotar al FMLN.
La izquierda no ha anunciado su candidatura: tiene que decidir si repite la experiencia de un no afiliado que aporte votos pero con el mismo riesgo de ver bloqueada la aplicación de su programa o si propone a un dirigente del FMLN después de reconsiderar y renovar su política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario