jueves, 1 de julio de 2010

Carta de un trabajador de metro en lucha


Vecinos de Madrid, nos están llamando privilegiados. Privilegiados por tener un trabajo estable (lo que debería ser un derecho de todos los ciudadanos). Privilegiados por tener una retribución a dicho trabajo. No señores, privilegiados son los que cada día van a su puesto de trabajo en coche oficial. Privilegiados son los que por estar unos años sentados en un escaño del Parlamente tienen derecho a un sueldo vitalicio.

Privilegiado es quien cobrando 4000 € de las arcas públicas aún tiene tres sueldos más. Los "privilegiados" a los que se está atacando y poniendo en tela de juicio en los medios de comunicación se levantan cada día a las 4 de la mañana para que el resto de madrileños llegue a su puesto de trabajo (sentimos profundamente, de verdad, el daño causado estos últimos días al
resto de trabajadores). Estos "privilegiados" trabajan en horarios partidos que en muchas ocasiones nos impiden llevar una vida "normal" con horarios "normales". Estos "privilegiados" estamos trabajando mientras el resto de madrileños se toman las uvas felizmente con sus familias y mientras otros abren los regalos de Navidad la noche de Nochebuena. Mientras muchos están abriendo los regalos la Noche de Reyes con sus hijos, nosotros estamos trabajando para que los más pequeños puedan ir a ver a sus queridos Reyes Magos. Algunos, entre los que me incluyo, nos tocó conducir a las 5 de la mañana, de noche, por una M-30 y M-40 nevadas,
entre accidentes , para que el resto de madrileños no tuviera que pasar por lo mismo. Estamos ahí cada fin de semana, cada puente, cada festivo, desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la noche para que nuestros jóvenes puedan volver a casa después de una noche de diversión sin tener que poner sus vidas en juego en la carretera.

Podría seguir así varíos párrafos, pero lo que realmente quiero es hacer pensar a toda la sociedad, al pueblo madrileño, a MI pueblo, es que nosotros no somos los criminales como se está diciendo en televisión y periódicos, falseando datos y ofreciendo información incompleta. Los 2700 € que, según un programa de Antena 3, cobramos los trabajadores de Metro es un salario medio BRUTO. No hacían mención a los casi 1000 € de descuento por el IRPF, mas Seguridad Social, más otra serie de descuentos, ni a los más de 100€ diarios que le cuesta a cada trabajador ponerse en huelga (por no mencionar el riesgo a ser despedido). La señora Esperanza Aguirre ha decidido quitarnos un 5% de nuestro sueldo. Este 5% lo que hemos logrado a lo largo de varios convenios colectivos a cambio de medidas productivas y concesiones en nuestras condiciones de trabajo.

Estos convenios colectivos tienen rango de ley puesto que fueron publicados en el BOCAM y aprobados en la Asamblea de Madrid, la misma que ahora ha decidido quitárnoslo. Si se le concede este poder absoluto a los políticos, ¿qué será lo próximo? ¿Jornadas de 50 horas? ¿Una semana de vacaciones al año? ¿Pérdidas de permisos por maternidad? ¿Jubilación a los 67 años? Ah no, que esto ya lo están intentando.

Somos conscientes del daño y perjuicios que hemos causado a los madrileños con estos dos días de parón. Puedo aseguraros que no fue una decisión fácil ni tomada a la ligera ya que entre esos perjudicados están también nuestros familiares, amigos, vecinos y gente con la que convivimos todos los días. Pero en referencia a la información aparecida en los medios, pensad que aunque es todo lo que está, no está todo lo que es. Ahora "sólo" os pido reflexión y algo de comprensión. Muchos después de leer esto seguirán pensando que somos unos sinvergüenzas y unos delincuentes. Pero algunos de los que, espero, leais esto sois vecinos, amigos y familiares de algún trabajador de Metro y sabéis por lo que estamos pasando. No está siendo fácil para nadie.

GRACIAS POR ESTAR AHI !!!

Manuel Sánchez.

2 comentarios:

neko dijo...

1- no sois los primeros ni los últimos que trabajáis fines de semana, festivos, navidades (bomberos, policias, médicos, teleoperadores, vigilantes...). Tampoco sois los únicos que trabajáis en turnos (te vuelvo a citar profesiones??)

2- tu sueldo de conductor es al menos, el doble, que el de alguien que trabaja en un McDonald, un Bershka, una peluquería, y un largo etc... No tengas la "jeta"de intentar convencernos de que cobras poco o no llegas a fin de mes, porque no eres, ni de lejos, de los que menos salario perciben.

3- como conductores de un transporte público, sois un grupo con gran poder para colapsar una ciudad, por lo que no tiene sentido que luchéis con una huelga SIN SERVICIOS MÍNIMOS (te imaginas una huelga de médicos sin nadie en los hospitales? que ocurriría con los enfermos que están en la uvi o aquellos que llegan de un accidente?)

4- Lucha por lo que creas, pero duda de como estás luchando. Si alguien ha perdido su empleo por no poder llegar a su trabajo, ¿tu fin habrá justificado los medios?¿y los daños colaterales?

Espero que consigais que se respete vuestro convenio,pero que sepas que las formas no podían haber sido más desacertada.

Disfrutad de vuestra huelga.

RickieES dijo...

Respondiendo a neko:

1. No ha dicho que sean los únicos, pero es verdad que esos turnos (y los de los empleados de la EMT o Renfe, y los del personal de Carrefour o Alcampo, etc.) permiten que otra gente perciba esos servicios como algo que siempre está ahí mágicamente, y está bien recordar que hay gente detrás trabajando a horas muy incómodas o en festivos para que otros lo tengamos todo más fácil.

2. Intuyo que manejar un tren, por muy automatizado que esté, requiere más cualificación que servir hamburguesas o vender ropa, así que es lógico que esté mejor pagado. Adeḿas, en general los sueldos en España siguen siendo más bajos que en otros países del entorno con un coste de la vida bastante equiparado ya, así que si ellos tienen la suerte de tener un sueldo acorde al coste de la vida, no hay que criticarles por ello, sino criticar el resto de los sueldos. Como ejemplo, cuando murió mi padre en 1979 ganaba 28.000 Ptas., y el coste de una casa de unos 60 m2 no superaba un millón. O sea, necesitaba menos de cuatro años de salario íntegro. Ahora, quien gane unos 25.000 Euros anuales necesita unos 8-10 para una casa similar.

3. El ejemplo tiene trampa, porque el servicio de Metro es transporte público, y EMT y Renfe sí funcionaban. Si la mitad de los hospitales públicos de Madrid fueran de control autonómico y la otra mitad estatal, por ejemplo, y se pusieran en huelga total los servicios de urgencia de los autonómicos, quedarían los otros (que, además, podrían reforzarse en caso necesario). Aun así, yo también me he visto afectado por la falta de servicios mínimos, pero creo que está bien saber que no es quien dirige la empresa el que saca los trenes a las vías, los repara o cobra los billetes a los usuarios.

4. Si realmente alguien pierde su trabajo exclusivamente por una sola ausencia "injustificada" (difícil calificarla así cuando es público y notorio el efecto de la huelga), lo que habría que hacer es revisar en detalle esa empresa y sus condiciones laborales, porque alguien se está saltando la ley y seguramente no sólo con ese despido.

Lo que deberíamos empezar a tener claro todos los que trabajamos en España (e incluyo tanto a los asalariados como a los empresarios que han levantado su negocio desde cero y han llegado a tener una posición acomodada y bien merecida por su esfuerzo) es que, como trabajadores, tenemos unas responsabilidades y unos derechos. Los trabajadores que incumplen las primeras están perjudicando tanto al empresario como a sus compañeros, y debe haber mecanismos para que se les pueda sancionar. Los empresarios que incumplen los segundos deben ser sancionados de tal manera que no les tenga cuenta hacerlo en ningún caso.

Aplicado al caso que nos ocupa, si hay trabajadores de Metro que se inventan bajas o que no trabajan lo que deben durante su jornada, que les sancionen (y si eso desemboca en despido, que así sea). Al mismo tiempo, si el empresario, por mucha capacidad que tenga para sacarse leyes de la manga, incumple el convenio colectivo, que le sancionen a él (en este caso, a "ella"). Y aquí, salvo prueba en contrario, lo que está claro es que lo primero que ha pasado cronológicamente es lo segundo.